Test de Line Blends

Introducción al test de line blends para crear nuevos colores en cerámica

Si trabajas con pigmentos, óxidos o esmaltes y quieres desarrollar tu propia paleta, el test de line blends es uno de los métodos más potentes, rápidos y controlados para explorar el color. Es una técnica clásica en cerámica que permite generar variaciones progresivas entre dos componentes para observar cómo interactúan en diferentes proporciones.

 

¿Qué es un test de line blends?

Un line blend es una serie de pruebas donde dos materiales (por ejemplo: dos pigmentos, dos esmaltes base o un óxido + un esmalte) se combinan en proporciones graduales.
El resultado es una “línea” de muestras que va desde el 100 % del material A al 100 % del material B.

Es una forma eficiente de entender:

Cómo se comportan dos materiales al mezclarse.

En qué punto aparecen defectos (sedimentación, separación, matificación, pérdida de brillo…).

Qué dirección creativa explorar después.

¿Para qué sirve un line blend?

Este tipo de prueba es especialmente útil para:

Crear nuevos tonos a partir de pigmentos o manchas.

Ajustar la intensidad del color sin perder estabilidad.

Desarrollar una familia cromática coherente para una colección.

Comparar cómo un color cambia entre media y alta temperatura.

Optimizar costes, detectando la menor cantidad de pigmento necesaria para el tono deseado.

Entender la compatibilidad real entre materiales.

 

Cómo hacer un test de line blends paso a paso

1. Elige tus dos materiales base

Por ejemplo:

Azul cobalto + verde cromo.

Pigmento rojo + pigmento blanco para aclararlo.

Óxido de hierro + esmalte transparente.

2. Decide el número de muestras

Lo habitual es hacer 9 o 11 pruebas, por ejemplo:

100A – 0B

87A – 13B

75A – 25B

62A – 38B

50A – 50B

38A – 62B

25A – 75B

13A – 87B

0A – 100B

La progresión puede ser lineal o según prefieras.

3. Pesa con precisión

Usa báscula digital.
Un error de 0,1 g puede alterar el resultado.

4. Mezcla cada muestra por separado

En recipientes pequeños y limpios.
Añade agua poco a poco hasta obtener la consistencia habitual de tu esmalte o engobe.

5. Aplica sobre probetas iguales

Idealmente del mismo barro, misma textura y misma superficie.
Marca cada probeta para no perder el orden.

6. Cuece según tu curva habitual

Si estás investigando color, lo mejor es que la cocción sea estable y repetible.
Así sabrás que los cambios se deben a la mezcla, no al horno.

7. Documenta los resultados

Apunta todo:

Proporciones exactas

Temperatura

Atmósfera del horno

Foto en buena luz

Observaciones (craquelado, separación, brillo, saturación, etc.)

Esta documentación te permitirá repetir, mejorar o escalar la mezcla.

Consejos para obtener mejores resultados

Mantén todas las probetas con igual grosor de aplicación.

Si usas pigmentos intensos, considera añadir un fritado base para suavizar su comportamiento.

Repite el mismo line blend en dos temperaturas si trabajas tanto en baja como en alta.

Si un color te gusta, prepara una segunda ronda de pruebas más finas (por ejemplo entre el 40 % y el 60 %).

No descartes resultados “raros”: a menudo son los que generan ideas para nuevas colecciones.

 

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