
El auge de la artesania ceramica post covid
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Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, la artesanía ha experimentado un notable resurgimiento en España y Europa. El confinamiento y las restricciones impulsaron a muchas personas a redescubrir actividades manuales, como la cerámica, la costura y la carpintería, no solo como un medio de entretenimiento, sino también como una forma de reconexión personal y emocional.
La creciente tendencia hacia el consumo sostenible y local ha sido un factor clave. Los consumidores europeos, cada vez más conscientes del impacto medioambiental de sus elecciones, han empezado a valorar los productos hechos a mano, por su calidad, autenticidad y menor huella ecológica. Esto ha favorecido a pequeños talleres y artesanos, revitalizando economías locales y generando oportunidades para el comercio justo.
En España, las plataformas digitales y redes sociales han desempeñado un papel esencial en la promoción de la artesanía, permitiendo a creadores conectar con públicos más amplios. Asimismo, iniciativas como mercados online y ferias virtuales han facilitado la comercialización de productos en un contexto de restricciones físicas.
Además, el sector cultural y turístico ha impulsado la artesanía como parte del patrimonio intangible, atrayendo tanto a visitantes como a nuevos practicantes que buscan experiencias auténticas y creativas.
La artesanía, más que una moda pasajera, se consolida como un movimiento que une tradición e innovación, reforzando su papel como motor cultural y económico en una Europa que busca un futuro más humano y sostenible